Aire de proceso

Si el aire comprimido se integra directamente como fluido de proceso en determinados procesos, se trata del denominado aire de proceso. En el marco de los procesos de producción, entra en contacto inmediato con los productos y deben cumplir, en consecuencia, elevados criterios de calidad y pureza. Las directivas del sector pertinente, las clases de calidad conforme a ISO 8573-1 y las recomendaciones de la VDMA informan sobre la clase de calidad requerida en este sentido.

La industria farmacéutica emplea aire de proceso, por ejemplo, para producir y envasar pastillas. Dependiendo del paso de producción, el aire comprimido debe estar seco, libre de gérmenes y, en ocasiones, incluso debe ser estéril. En la industria alimentaria también se presta especial atención a la ausencia de aceite y gérmenes en el aire de proceso de modo que, en caso de contacto directo con el producto en el tratamiento del aire comprimido incluso se usan filtros estériles. Así, por ejemplo, se usa aire comprimido para rociar o expulsar alimentos o para el transporte de los alimentos. En el marco de los tratamientos de superficies, el aire comprimido se usa como aire de proceso en su máxima calidad. En la pintura, uno de los procesos con mayor gasto de energía y más costosos en la fabricación de automóviles, es fundamental que se garantice la ausencia de las sustancias que impiden la reticulación de la pintura.